
Urko Fdez., Director de proyectos de Pantallas Amigas
El viernes 17 de abril de 2015 tuvimos el placer de recibir en nuestra ESCUELA DE PADRES a D. Urko Fernández, director de proyectos de Pantallas Amigas.
Podeis acceder a la noticia en la web del colegio aqui:
Os incluimos el articulo escrito por uno de las familias que asistieron al evento:
«Revisando las notas tomadas en la presentación de Pantallas Amigas por Urko Fernández en el Colegio El Porvenir, el pasado 17 de Abril, quisiera compartir con vosotros una idea que nos llamó especialmente la atención, tanto Silvia, mi esposa, como a mí mismo.
Como ya estáis al corriente, hace unas semanas unos padres del colegio tuvieron la idea de organizar a través del AMPA una sesión informativa sobre el Proyecto de Pantallas Amigas y su labor formativa en el ámbito docente y administrativo para un uso seguro y saludable de las nuevas tecnologías entre los jóvenes.
La charla, más que un recetario de soluciones a la hora de usar/controlar las distintas herramientas que se encuentran en INTERNET, fue una puerta abierta a la reflexión sobre el incipiente mundo tecnológico en el que vivimos. Una de las ideas que nos llamó poderosamente la atención, fue el uso que hacemos de la expresión «realidad virtual» aplicado a todo aquello vinculado al mundo de internet y sus redes sociales. Lejos de ser un mundo imaginario o ficticio, INTERNET es parte de nuestro día a día y su experiencia puede ser tan real como el salir de casa y cruzar la calle.
Como padres somos conscientes de lo importante que es educar a nuestros hijos en el buen uso del espacio público siguiendo las reglas básicas de urbanidad no sólo por su seguridad, sino para el uso cívico de los espacios comunes.
Así como sabemos educar a nuestros hijos a cruzar la calle, a jugar en parques con otros niños y a depositar las basuras en papeleras o reconocer que excrementos o basuras tiradas en la calle son actos incívicos. Es posible que no tengamos tan claro cómo educar a nuestros hijos a la hora de navegar por internet, o cómo aprovechar toda la potencialidad de las redes sociales en las que inconscientemente dejamos rastro de filias y fobias creyendo ingenuamente que lo que allí decimos o hacemos pertenece a ese otro mundo, de lo que hasta ayer conocíamos como virtual.
Hoy nos sentimos fascinados al ver cómo nuestros hijos con apenas 2 ó 3 años saben mover sus dedillos por tablets, móviles y ordenadores, decidiendo si ven ése u otro dibujo animado. En pocos años pasan de los vídeos y juegos online, a sus primeras redes sociales y a la búsqueda de respuestas a sus inquietudes. Hoy, a diferencia de cuando fuimos como ellos, las respuestas a sus búsquedas se producen con una mayor inmediatez y por canales que muchas veces no podemos detectar, en gran parte por nuestro desconocimiento de este nuevo medio que todos conocemos y usamos a diario, INTERNET.
Recuerdo que desde pequeños en casa se nos recordaba que “el desconocimiento de las leyes, no exime su cumplimiento”, no hablaré ahora de si debieran establecerse leyes para el buen uso de internet y las redes sociales. Estoy convencido de que todos intentamos hacer un buen uso de estas nuevas herramientas sociales, aunque quizá sea conveniente recordar que son simples instrumentos que han de ayudarnos a mejorar la comunicación, reforzando la empatía y la convivencia en sociedad. A fin de cuentas, de nuestras experiencias vividas, sabemos que toda herramienta requiere un previo aprendizaje. Un aprendizaje –añadiría-, dirigido a un fin común en el que todos nos sintamos mejor y ayude enriquecernos como seres humanos.
La idea subyacente, y que hoy quería compartir con vosotros, es que al ser en general desconocedores de muchas de las implicaciones que pueden conllevar un mal uso de las redes sociales, deberíamos concienciarnos que el simple uso del “control parental” (o semáforo/limitación del tráfico por internet) en sí mismo no es suficiente. Ya que si aceptamos que una señal de tráfico en carretera es un aviso destinado a conductores que previamente han aprendido las reglas y normas de circulación, podremos entender que para un buena navegación por internet y un posterior buen uso de sus aplicaciones, previamente será necesario que nuestros hijos copiloten nuestros ordenadores a nuestro lado, enseñándoles cómo utilizar y gestionar bien su tiempo y sacar provecho de nuestros descubrimientos juntos.
Ahora ya sólo queda agradeceros el tiempo que habéis dedicado a leer estas reflexiones y, preguntarnos si seremos capaces aprender a la vez que nuestros hijos a navegar por internet con una conciencia cívica y social. Por nuestra parte estamos convencidos de que lo lograremos.»
Pablo Perlado, padre del Colegio El Porvenir